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Nuestro libro: Optimist Nautilus


The fantastic adventures of a boy and his blue optimist.

Optimist Nautilus taught him to overcome his fears, to be independent, to sail and more ...

Optimist Nautilus.

 Prólogo. Theresa Zabell

Mi bautismo de mar no lo recuerdo porque era muy pequeña, pero mis padres me lo contaron mil y una vez. Fue en un barco de pasajeros, que nos trasladó a toda la familia desde Inglaterra a Canarias. Pasaron los años y nos marchamos a vivir a Fuengirola por motivos profesionales de mi padre. Allí fue cuando me bauticé realmente como regatista . Como no podía ser de otra manera fue en unos cursillos de la clase Optimist en los que pasé tanto frío, que conseguí, después de protestar mucho, que mis padres accedieran a cambiarme de deporte, al que años más tarde volví. No fue una experiencia buena, pero fue algo que sin duda me enseñó muchas cosas y que marcaría mi carrera como persona y como deportista.

 

De todos es conocida la importancia que tiene el mar en nuestras vidas, pero sólo los que se sensibilizan en su respeto y conservación, son los que nos dan garantías de un futuro mejor. El mar hay que entenderlo desde que somos muy pequeños y si es desde encima de un “cascarón”, mucho mejor. Los niños que son animados por sus padres para que naveguen desde que aprenden a nadar, cuando son adultos cuentan con una sensibilidad especial.

 

Optimist Nautilus es una historia tan bonita como real. Le podría haber ocurrido a cualquier niño de 8 a 10 años de cualquier lugar del mundo. Es el recuerdo feliz de como se empieza desde abajo, sin apenas conocimientos, a descubrir un nuevo y misterioso entorno. Pasándolo tan mal, que la propia inseguridad te hace casi renunciar a una cosa que llevabas mucho tiempo deseando. Un niño que habla con su barco. Parece que es fantasía, pero no, no lo es. ¡Cuántas veces habré hablado yo con mis barcos!

 

Además del aspecto ecológico de la historia está el humano. Desde Optimist Nautilus conocemos como se comienza a trabajar en equipo, fundamental para sobrevivir en un medio tan difícil como el mar. Obedecemos las primera ordenes sin rechistar dentro del lógico nerviosismo que muestran los jóvenes regatistas y comprendemos aspectos fundamentales de la vida, que desde fuera de este entorno marino tardaríamos mucho tiempo en comprender.

 

Optimist Nautilus nos ofrece, además de aventuras, una parte muy importante e imprescindible para todo el que quiera entender las olas, las corrientes y los vientos. Didácticamente es muy fácil de comprender. Palabras como orzar, arribar, barlovento, sotavento, babor, estribor, proa, popa… son fundamentales, ya no saberlas, sino comprenderlas. Tenerlas metidas en la cabeza para que cuando nuestra mente dictamine una orden, nuestro cuerpo la cumpla sin titubear.

 

Os recomiendo desde la Fundación Ecomar de la que soy presidenta, que leáis Optimist Nautilus despacio y saboreando toda la sabiduría que nos muestran sus páginas.

 

Theresa Zabell

 

Doble campeona olímpica de vela

(Barcelona 92 y Atlanta 96)